La huella de carbono es una medida de la cantidad de gases de efecto invernadero, especialmente dióxido de carbono (CO2), liberados a la atmósfera como resultado de las actividades de una organización. Se mide en unidades de masa de dióxido de carbono equivalente (CO2e*) y se utiliza para evaluar el impacto ambiental de la producción y el consumo de bienes y servicios en términos de emisiones de gases de efecto invernadero. La huella de carbono de organización se calcula teniendo en cuenta todos los procesos responsables de emisiones a lo largo de un periodo de tiempo.
Es importante que entendamos que la huella de carbono tiene varios alcances que dependen del alcance de las emisiones que se están evaluando. Los tres alcances más comunes son los siguientes:
- Alcance 1: las emisiones directas de gases de efecto invernadero de una organización, como las emisiones de los vehículos de la empresa o las emisiones de las instalaciones que posee.
- Alcance 2: las emisiones indirectas asociadas con la energía comprada y utilizada por la organización, como la electricidad comprada a la red eléctrica.
- Alcance 3: las emisiones indirectas relacionadas con las actividades de la organización, como las emisiones asociadas con la producción y transporte de los bienes que la empresa compra o vende, o las emisiones asociadas con los viajes de negocios de los empleados.
Fuente imagen: MITECO, 2022.
En general, una huella de carbono completa debería incluir los tres alcances para evaluar el impacto total de las emisiones de una empresa u organización en el medio ambiente. De esta manera, se pueden identificar las áreas donde la empresa puede reducir su impacto ambiental y trabajar en soluciones para disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
En nuestro camino hacia la excelencia en sostenibilidad en EMUCA, comenzamos en el año 2022 a calcular nuestra huella de carbono. Para ello decidimos establecer como año base el 2021 y a partir de ahí calcularlo de forma periódica (semestral). De inicio, el compromiso se establece en una huella de carbono de Alcances 1 y 2, con el objetivo puesto en, durante el año 2022, explorar el Alcance 3 en los aspectos de logística y transporte, y pudiendo alcanzar a futuro, una huella de carbono de organización completa.
Los resultados de este primer ejercicio de medición de nuestra huella arrojan un dato total de 70,33 toneladas de CO2e para el año 2021.
A continuación, se muestran una serie de gráficos que explican estos resultados, dan contexto y nos permiten entender su origen.
Las emisiones de EMUCA se centran en el Alcance 1, y principalmente en lo referente a la flota de vehículos propios, cuyas emisiones por combustión son, en su mayoría, de CO2, siendo el N2O minoritario y el CH4 no significativo. ¿Qué ocurre con las emisiones de Alcance 2? Podría parecer que al ser 0, EMUCA fuera autosuficiente en la producción de energía eléctrica, pero, aunque eso es uno de los objetivos a futuro, aun no es posible. La ausencia de emisiones de Alcance 2 se debe a que el proveedor de energía contratado garantiza, a través de su Garantía de Origen certificada, que la energía suministrada está obtenida a partir de fuentes 100% renovables que no producen emisiones de gases de efecto invernadero.
Si bien estos datos son claros y entendibles, es importante, transformar estos datos en datos relativos, que nos den una visión más entendible de la huella de carbono:
*Los equivalentes de dióxido de carbono (CO2e) son una medida utilizada para comparar las emisiones de diferentes gases de efecto invernadero con respecto a su capacidad para atrapar el calor en la atmósfera. Por ejemplo, el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O) son gases de efecto invernadero que tienen una capacidad de calentamiento global mucho mayor que el dióxido de carbono. Por lo tanto, cuando se emiten una cantidad determinada de metano o óxido nitroso, su impacto en el calentamiento global es mucho mayor que el de la misma cantidad de dióxido de carbono.
