El principio DNSH, acrónimo de “Do No Significant Harm” (ausencia de perjuicio significativo), es un concepto establecido en el reglamento de la Unión Europea de Taxonomía (artículo 17 de la UE 2020/852). Este principio establece que las actividades financieras, inversiones o proyectos presentados en alguna convocatoria del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) no deben ocasionar daños significativos al medio ambiente. Este Plan surge después del COVID-19 para contrarrestar el impacto de la pandemia en la economía, impulsando reformas e inversiones a partir de fondos europeos. Busca conseguir un futuro más sostenible, inclusivo y digital con mayor cohesión social y territorial, y sin brechas de género. A este plan pueden acceder las pequeñas y medianas empresas, así como los autónomos para recibir ayudas directas.
Para estudiar la posibilidad de las actividades existen 6 objetivos medioambientales.
- Mitigación del cambio climático.
- Adaptación al cambio climático
- Uso sostenible y protección de los recursos hídrico y marino
- Transición hacía una economía circular
- Prevención y control de la contaminación
- Protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas
El Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (RMRR) solo otorga financiación aquellas actividades que no perjudiquen estos objetivos medioambientales. Las actividades se clasifican en:
- Actividades no elegibles: Aquellas no acordes con el principio de DNSH por afectar alguno de los 6 objetivos medioambientales.
- Actividades elegibles de forma justificada: las que no afecten a ninguno de los 6 objetivos, pero se debe justificar adecuadamente. Estas actividades elegibles se dividen en 2 subcategorías:
- Actividades elegibles de no bajo impacto ambiental: Se dan en casos excepcionales y justificados, con una serie de condicionantes
- Actividades elegibles de bajo impacto ambiental: Al tener un menor impacto ambiental tendrán una justificación más sencilla.
Para conocer si estas actuaciones cumplen con el principio de no causar perjuicio a los 6 objetivos, existe un cuestionario de autoevaluación* que sirve para conocer previamente el nivel de cumplimiento de este principio y así facilitar a las entidades la identificación de los posibles impactos asociados a los diferentes proyectos, y garantizar que éstos cumplen con los estándares ambientales establecidos.
Aplicación del principio DNSH
En la evaluación de una actividad económica en referencia a este principio se debe tener en cuenta todo el ciclo de vida de la actividad o producto, es decir, no solamente se evalúan los posibles impactos ambientales de la propia actividad en la fase de planificación, sino que también, se incluyen los efectos potenciales en la producción, uso y el final de la vida útil de esta actividad. De lo contrario, se podría negar la financiación del proyecto por no cumplir con el Pacto Verde, la estrategia de transición medioambiental europea y los ODS.
Cumplimiento del principio DNSH
Para poder recibir la financiación europea debemos demostrar que nuestras actuaciones van a cumplir con este principio. Algunas de las indicaciones que se especifican en el la Guía DNSH del PRTR son:
- Las actuaciones no deben tener efectos ambientales negativos. Dicho de otro modo, los efectos de esta actividad se deben contemplar por ellos mismos sin comparaciones con actividades más perjudiciales.
- Considerar los efectos directos e indirectos en todas las fases del proceso y sus efectos posteriores.
- Tomar de referencia las condiciones de los Actos Delegados del Reglamento de Taxonomía.
- Citar la normativa medioambiental vigente y comprometerse a cumplirla.
- Disponer de evaluaciones de impacto ambiental.
- Aportar pruebas de cumplimiento del principio DNSH, disponibles en el Anexo II en la Guía Técnica de la Comisión Europea.
- Indicaciones para determinadas actividades presentes en el Anexo II de la Guía.
Importancia de este principio
Este principio resulta beneficioso debido a que:
Se asegura el cumplimiento de los criterios de sostenibilidad establecidos por la Unión Europea.
Promueve un desarrollo sostenible que protege los recursos humanos y naturales a largo plazo.
Sirve para guiar la toma de decisiones y acciones hacia un desarrollo económicamente viable, social y ambientalmente responsable, incluso si no se pide PRTR.
Puede ser un elemento diferenciador significativo, al demostrar la responsabilidad ambiental en la ejecución del proyecto.
se promueve una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, aumenta la eficiencia energética y el uso de energías renovables
El concepto DNSH es fundamental en la estrategia de la Unión Europea para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en la Agenda 2030.